lunes, 28 de noviembre de 2011

POR UN CUERPO SANO PERO SIN OBSESIONES, POR FAVOR



LAS PRISAS DE HOY
Llega un momento en la vida de toda persona en el que un@ debe plantearse muy en serio como poder llegar a superar esos estados de letargo, pasividad y depresión que afectan tarde o temprano a nuestro ser debido a múltiples circunstancias. Éstas, son de tan diversa índole que a veces no sabemos cuál precede a cual o simplemente no sabemos a qué se deben, que dicho sea de paso, es peor lo segundo que lo primero.
Infinidad de libros, profesionales y chamanes nos han hablado a lo largo de la historia acerca de cómo superar obstáculos, vencer miedos o transmutar energías a través de terapias clásicas o alternativas, fármacos excepcionales o revolucionarios consejos. Por eso, es común encontrar personas que van muy rápido por la ciudad. Personas que o en traje o en chándal, en coche o en moto, van buscando a toda prisa el elixir que les ayude a vencer sus limitaciones.

 Es un mundo inédito en el que las prisas forman parte de nuestro estilo de vida.
Personas con prisa buscando elixires a buen precio

Resulta obvio reconocer que esta actitud genera diversos contratiempos. Entre los más clásicos se encuentran los populares Choques entre Personas. Estos choques suceden cuando dos o más personas inmersas en esa búsqueda tan legítima de superación personal, corren a toda prisa por el mismo camino pero en sentido contrario. Produciendo, a menudo, incómodas caídas llegando incluso a originarse las típicas lesiones de las que entre las más comunes, se encuentran…:

-          Dolor en las nalgas: por fuerte caída hacia atrás sobre el pavimento.

-          Sangrado labial: debido a un choque frontal con otra persona de igual tamaño.

-          Rotura nasal: producido por reacciones nerviosas al querer esquivar a otro ser y chocar contra el mobiliario urbano (normalmente farolas).

-          Etc.

Todos estos infortunios son unos hechos muy frecuentes entre este tipo de seres y como sucede tan a menudo se genera a su vez un notable aumento de ingresos hospitalarios por urgencia. A su vez se ocasiona un excesivo gasto en Sanidad Pública por lo que los políticos y gobernantes de todo el mundo comenzaron a estar preocupados.


LAS MARAVILLOSAS ENDORFINAS
Después de que los griegos inventaran Las Olimpiadas, el ejercicio físico se instauró de forma paulatina en nuestras vidas como algo fundamental para poder sobrellevar nuestro día a día y sobre todo para mejorar visiblemente nuestra salud y nuestro aspecto físico.

Múltiples son los beneficios de este gran y antiguo invento:

-          Atenúa la sensación de fatiga.

-          Reduce los niveles de colesterolemia.

-          Disminuye el riesgo de trombosis.

-          Inmuniza contra el estrés.

-          Es un factor de longevidad.

-          Ayuda a disminuir el sobrepeso.

-          Y lo que es mejor, libera endorfinas.

Las endorfinas son péptidos opioides endógenos que funcionan como neurotransmisores. Está muy claro, ¿no?.  Por eso son tan importantes. Ocurre que cuanto más rebuscada y técnica es una frase científica mayor es su capacidad de curación, mejores son sus propiedades y más exitosos son los resultados obtenidos. Es por ello, que hoy en día sabemos a ciencia cierta y tan claramente lo buenas y maravillosas que son, Las Endorfinas.


Maravillosas endorfinas sonriendo porque saben que son muy buenas.

Cuando los científicos descubrieron esto, avisaron a sus amigos políticos y éstos a su vez, que tienen una amplia y extensa visión de marketing convencieron muy fácilmente a sus amigos los farmacéuticos, que tienen una enorme visión económica. Y fue de este modo como decidieron comercializarla en un intento de evitar que  los hospitales se colapsasen y dicho sea de paso, llenar bien sus propios bolsillos.

Las maravillosas endorfinas se vendieron muchísimo, tanto fue así que era muy común entrar en una farmacia y ver una cola de seres que salía hasta el exterior y daba la vuelta a la manzana.

Incluso una vez, yendo a por suero fisiológico para mi mascota, pude presenciar algo que captó enormemente toda mi atención y allí me quedé expectante y observando de la conversación entre un ser y un farmacéutico:

El farmacéutico de bata blanca y con gafas, dijo…:

-          “¡Siguienteee!’’.

Y el Siguiente le respondió lo esperado:

-          “¡Endorfinas. Quiero endorfinas, por favor!’’.

A lo que el farmacéutico muy acostumbrado por su monotemático trabajo, preguntó:

-          “¿Cuántas le pongo?’’.

El Siguiente, aun sabiendo que estos medicamentos a pesar de no requerir receta médica tenían sus limitaciones para ser dispensados (cosa que me parece lógica ya que cuando los descubrimientos de este tipo se prueban con ratas de laboratorio y estas dan negativo en el análisis; como en este caso: los estados de euforia exagerados y en extremo, los estados de letargo idiotizado; las ventas tienen que controlarse de alguna manera), entonces dijo:

-          “Pues quiero tres cajas de endorfinas amarillas, cuatro de naranjas y diez cajas grandes de endorfinas rojas’’.

Inmediatamente, el farmacéutico sabiendo que la distribución masiva de estos simpáticos opioides estaba penada con sanciones económicas, interrumpió al ser y prefirió ir a lo seguro sabiendo que la cola llegaba hasta la calle de atrás:

-          “Lo siento pero solamente puedo dispensarle una caja por color’’.

Muy sorprendido y un tanto indignado el ser le responde:

-          “¡Cómo va a ser eso, si en la farmacia de mi barrio me venden las que quiero!’’.

-          “Nos está prohibido Señor (los farmacéuticos tienen mucha educación. Siempre. Porque perciben importantes ingresos), lo siento mucho pero no puedo venderle tantas cajas’’.

La indignación fue creciendo ante la negativa del farmacéutico, hasta que comenzó poco a poco a desesperarse:

-          “¡Cómo puede decirme usted eso y quedarse tan tranquilo ahí con su bata blanca y sus gafas… y todo…!’’.

-          “Oiga, caballero, cálmese por favor, ¿no precisaría usted de Tranquimacín, Tranxilium o similar?. Quizás esto le venga mejor que la Endorfina, ¿cómo lo ve?’’.

-          ¿Cómo lo veo?. ¿¡Que cómo lo veo?!. Claro usted como tiene todas las endorfinas que quiere no le preocupa si los demás lo pasamos mal o estamos necesitados, ¿verdad?. Qué fácil es su vida, ¿¿¿VERDAD???. Gritando.

-          Oiga, se está usted extralimitando, tranquilícese, por favor, todo tiene arreglo y no me grite de ese modo, por favor.

La gente de la cola que hasta ahora había permanecido en silencio y expectante, ahora, ante la remota posibilidad de convencer al farmacéutico de que la venta se realizase por pedidos grandes, comenzó a ofrecer su punto de vista:

-          “SI ESO. QUÉ FÁCIL ES SU VIDA, ¿NO?.  USTED ESTÁ AHÍ CON SU BATA BLANCA Y SUS GAFAS Y TODO. Y, Y, ADEMÁS… CLARO COMO USTED TIENE TODAS LAS ENDORFINAS QUE QUIERE NO LE MOLESTA SI LOS DEMÁS LO PASAMOS MAL O ESTAMOS NECESITADOS, ¿VERDAD? QUÉ FÁCIL ES SU VIDA, ¿¿¿VERDAD???’’.

El farmacéutico al oír la frase se quedó un tanto extrañado y dijo:

-          Oigan, pero si eso ya me lo han dicho antes’’.

A lo que los seres de la cola que respondieron sin saber que no habían inventado nada nuevo y que probablemente sus escasas posibilidades de conseguir tan preciado medicamento ya habían expirado. En un intento de salvar la poca dignidad que les quedaba, respondieron:

-      “SI, SE LO HAN DICHO. ¡PERO EN MINÚSCULAS!. O ES QUE SE CREE QUE SOMOS TONTOS’’.

El farmacéutico supo entonces que las endorfinas estaban comenzando a crear sus temidos efectos adversos a la población, primero la euforia exagerada y después el letargo idiotizado.

Tras solucionar el problema distribuyendo placebos entre los integrantes de los reaccionarios y con el fin de disolver la manifestación, se puso inmediatamente en contacto con todos los políticos y gobernantes de la zona que estaban de guardia en ese momento y en tiempo limitado las endorfinas se retiraron del mercado porque: ¡qué iban a pensar sus colegas de la Unión Europea al descubrir tal negligencia!.

Al poco, todos los programas de la televisión comenzaron a emitir capítulos a cerca de los beneficios del deporte para la salud. Y es por ello que hoy los centros deportivos están tan llenos. Tanto, que es cotidiano ver a es@s obses@s del deporte día tras día hora tras hora musculando y corriendo en cintas y elípticas desesperadamente en busca de la liberalización de sus endorfinas.

Una nueva Raza ha nacido y esto lo podemos ver en estos lugares llamados Gimnasios si permanecemos un rato en ellos, callad@s y escuchando las banales conversaciones que allí se tienen.

Es posible que estén liberando demasiadas endorfinas y les hayan llegado los conocidos y temidos efectos adversos. Que la euforia se haya pasado y que estén viviendo ahora en el aturdimiento.

Como decía mi penta-bisabuelo al que nunca conocí y que nunca pisó un gimnasio, en un momento cualquiera en un día cualquiera “Todo es bueno en su justa medida”.

Por todo y principalmente por los sabios consejos de mi penta-abuelo, considero a bien acudir a estos centros deportivos, con el fin de conseguir esos beneficios que nos proporciona el ejercicio físico, pero hemos de saber que demasiado rato en su interior nos puede provocar una especie de letargo irreversible a las que se sobrepondrán las inevitables consecuencias anteriormente mencionadas.







    
    
















jueves, 24 de noviembre de 2011

LA COMIDA SANA. UN SUBMUNDO PELIGROSO

COMIDA SANA VERSUS INQUISICIÓN


Cuando decidimos comenzar a cuidar nuestro cuerpo desde el interior, es decir, a través de una dieta sana, nos enfrentamos a toda una serie de circunstancias con metas, a veces, casi imposibles de alcanzar. Y además corremos el riesgo de abandonarnos a la bebida o a las hamburguesas y las patatas fritas, como poco, si fracasamos en el intento.

Una vieja amiga, ama de casa, casada y con dos hijos me contaba una vez que tuvo que renunciar a toda clase de actos saludables, porque incluso en el propio hogar su familia había puesto un candado en la despensa donde almacenaba todos sus productos sanos. Con el propósito, no tan sano, de que se limitase a elaborar platos artificiales mezclando principalmente: mejunjes grasientos, conservantes, organismos modificados genéticamente y colorantes sintéticos, entre sí.

En ese preciso momento ella supo que había llegado LA INQUISICIÓN.

Escudo que llevan tatuado los inquisidores en nalga derecha.



Este tipo de Amigas Asustadas pero seducidas por sus propias teorías convenientes, escapan tarde o temprano hacia la casa de sus padres para evitar ser quemadas, ella y sus libros prohibidos, en la hoguera.

Una vez instalada en un nuevo domicilio y restablecida su integridad física y moral, la hereje, reanuda su andadura hacia la difusión de sus ideas heréticas: monta un laboratorio macrobiótico en el sótano, visita tiendas biológicas, vuelve a llenar una nueva despensa con semillas y cereales de todo tipo, compra carne de animales alimentados felices y cocina verduras cultivadas libres de transgénicos y de insecticidas.


Amiga asustada en huerto ecológico (de espaldas para no ser reconocida).

Su vida vuelve a cobrar sentido y dispuesta a propagar sus teorías e hipótesis del mundo de lo saludable por doquier comienza a escribir artículos sobre las frutas y verduras, impartir clases sobre nutrición, viajar a otros países en busca de la dieta perfecta y apadrinar un huerto ecológico en el norte del país, concretamente en Logroño. Una ciudad muy peligrosa teniendo en cuenta que durante la Caza de Brujas (allá por el mil seiscientos y algo) se ejecutó a varias personas acusadas de brujería durante el conocido Proceso de Logroño.


LOS MULTIPLES RIESGOS DE SER SAN@

Cuenta que una vez, impartiendo uno de sus talleres en Logroño, algunos de sus alumn@s más reaccionarios y también algo indisciplinad@s, comenzaron a volcar sobre ella diversos insultos e improperios ante el desacuerdo de las teorías de la enseñante amiga. Y a mi parecer, además, algo influidos por los acontecimientos históricos anteriormente mencionados. Le dijeron cosas tan terribles como:

- “¡VEGETARIANA!’’.

- “¡MACROBIÓTICA!’’.

- “¡HIGIENISTA!”.

- “¡BRUJA!”.

Y a continuación comenzaron a lanzarle las típicas hamburguesas, perritos, patatas fritas, donuts glaseados y trozos de pizza margarita.


Objetos que se lanzan en casos graves de inconsciencia popular.

Ella que siempre iba armada (por si acaso) y al verse envuelta en tan desagradable capítulo, reaccionó de la manera más sana. Aún con toda su ropa de fibras naturales manchada de grasa y kétchup adictivo y a punto de llorar, sacó un plátano macho enorme de su bolso de lana de oveja y con gran valor gritó:

-“Si no dejáis de atacarme, pelo el plátano aquí mismo y me lo como delante de vosotros’’.

A lo que el foro, viendo que la amenaza se intuía perfectamente demostrable y ante el temor de presenciar algo que para ell@s era un acto impúdico y repugnante, se silenció de repente, y entre la expectación y el desprecio, se quedaron por un largo instante mirándose enfrentados. En silencio. El foro y ella. Ella y el foro. Y en un acto histórico y casi heroico, apretó fuertemente el plátano con su mano izquierda en lo alto y levantando la mirada hacia el cielo, gritó:

-“¡A DIOS PONGO POR TESTIGO, QUE JAMÁS VOLVERÉ… A LOGROÑO!’’.

Fue así como se dio cuenta de que hay determinados grupos de población insaciables, adormecidos e inconscientes que viven inmersos en el mundo tóxico y superficial, por lo que hay veces que es mejor no predicar en el desierto y plantar nuestras cosechas en un lugar menos árido.

Aprendida la lección, cosa que nos ha de servir a tod@s y para no redimir del asunto, son fundamentales tres cosas: mantener la calma, no ilusionarse con proyectos inalcanzables y lo que es más importante no ver la televisión entre horas.




martes, 22 de noviembre de 2011

¡OH CIELOS! TE AMO, ¿Y AHORA QUÉ?


Siento mucho decir que Hollywood y Disney tienen la culpa de todo.

Aunque, en realidad no lo siento mucho, porque esa es la pura verdad. Sentiría mucho más no poder decirlo.

Desde hace años este Ñoñocine, cuyo nombre recibe este género de La Gran Industria Cinematográfica de los Estados Unidos, nos ha obligado a lo largo de su historia a pasar por una serie de dramas amorosos teniendo que atravesar innumerables acontecimientos ficticios que ocurren normalmente entre dos personas de sexo opuesto.

Estas películas son fácilmente reconocibles: un chico o una chica conoce a una chica o a un chico según el sexo del otro (recordemos que siempre tienen que ser de sexualidad diferente), se enamoran y todo lo que ocurre después es predecible.

O acaso no sabíamos, desde el principio, que en “Pretty Woman’’ la hermosa prostituta iba a casarse con el apuesto empresario. O que en Ghost los dos enamorados iban a terminar encontrándose en el limbo después de la muerte del protagonista masculino.

Todos lo sabíamos.

Pero además de este famoso género existe otro indicador enfermizo conocido popularmente con el nombre de Star-Crossed Lovers. De tod@s es sabida la innumerable lista de amores trágico-imposibles protagonizada por personajes como:

- Romeo y Julieta

- Catherine Earnshaw y Hatchcliff

- Lancelot y Guinerre

- Etc.

Y qué decir de los cuentos que nos contaban nuestros padres antes de irnos a dormir con la mejor de las intenciones. O la televisión, esta sí, de dudoso propósito.

¡ASI NO SE PUEDE OIGA!.

El listón es tan alto que cuando un Ser del Mundo Terrenal se enamora de otro cree que para ser feliz debe llegar a ese estado imaginario y que si no lo alcanza es porque “esa no es la persona ideal’’.

Bajo esta premisa el ser se enzarza en una insaciable búsqueda de la otra media naranja (término ya muy en desuso) o como se dice actualmente de la leche para su café o de su melón para su jamón. Y conforme va viendo a lo largo de sus días que no encuentra ni la leche para el torrefacto, ni el melón que endulce su codiciado serrano, entonces llega la frustración.


Iconografía de dos seres buscando lo imposible.

Al frustrarse, estos seres, van corriendo a su videoclub más cercano, entran por la puerta con el gesto compungido por sus desastrosas circunstancias personales y les dicen al Vendedor de Ñoñeces:

-    “Dígame señor vendedor de ñoñeces, ¿qué película me aconseja?. Ya he visto Pretty Woman y Ghost, y aún no he encontrado a la persona ideal”.

A lo que el vendedor muy interesado puesto que es un experto en estos temas, responde:

- “Mmmmm….Veamos… ¿ha visto usted Nothing Hill?’’.

- “Sí, si la he visto también”. Responde el ser.

- “¡Ahá! Veamos pues…’’.

El vendedor recorre su arsenal de ñoñocine muy pensativo y hablando en voz baja para sí mismo da un repaso por toda su filmografía y le dice al ser:
- “¡Si mire, aquí está!, ésta es perfecta para usted, le hará llorar un poco y            además de eso le dará ánimos para seguir buscando. Se titula: La boda de mi mejor amigo. ¿Le apetece?. Son tres con sesenta”.
El ser paga y vuelve a su hogar entusiasmado creyendo que va a dar con la llave de su felicidad, coge unas patatas fritas de bolsa (pues en este estado siempre se comen o patatas fritas de bolsa o chocolatinas con conservantes y lecitina de soja transgénica), enciende su enorme equipo de home-cinema y se dispone a ver la película.

Él solo.

A este tipo de seres terrenales les vuelve a ocurrir lo mismo varias veces más en su vida hasta que un buen día ya no pueden más y deciden ponerse en las manos de un profesional. Entra en juego la figura del Sustituidor de Emociones. Esta nueva especie tiene despachos muy clásicos y suelen ser tan serios que solamente entrar en su guarida produce bastante miedo a las almas desconcertadas de los inconscientes seres.

El sustituidor lo mira seriamente y le pregunta mientras se ajusta las gafas metálicas color plata:

- “Y…dígame Sr. Ser Terrenal. ¿Qué emociones negativas cree usted que le puedo ayudar a sustituir?’’.

Él, muy interesado en curarse sin importarle de si el tipo de técnicas son las adecuadas o no y dispuesto a hacer casi cualquier cosa por sanar sin afectarle el precio, responde:

- “No sé, he tenido muchas parejas y ninguna me funciona nunca llegamos al amor ideal’’.

El profesional muy serio otra vez, responde…:

- “Aha’’.

Y un largo silencio invade la sala. Minutos más tarde el ser empieza a notarse algo inquieto esperando con gran expectación la solución a todos sus problemas, y decide proseguir.

- “Si mire, es que lo que pasa, es que, yo ya he visto todas las películas del ñoñocine y nada, nunca llego ni a la mitad de lo que se espera del amor y yo ya no sé qué hacer, ¿sabe?’’.

Y el sustituidor le responde:

- “Interesante”.

Y un largo y terrorífico silencio se vuelve a apoderar de la habitación. Y del ser. Cada vez más desconcertado.

Después de tres o cuatro años (es la media más común), el ser se cansa y desiste sin llegar realmente a curarse, entonces deja su psicoanálisis y se justifica diciendo:
-“¡Bah!. ¿Quién quiere un sustituidor cuando puede ir a la barra de cualquier        bar y desahogarse con el camarero, comer cacahuetes y fumar todo el tabaco que quiera en la puerta?’’.
Y así siempre. Los bares están llenos de seres que fuman en las puertas.

Si conocemos a alguno de estos especímenes debemos ayudarles porque sufren. Sufren mucho y gastan dinero inútilmente, en películas, en cualquier tipo de análisis, en comprar cuentos de la librería (el de Cenicienta es el más vendido), en alimentarse de productos tóxicos y venenosos. Por ejemplo, suelen ir mucho a comprar hamburguesas a un lugar llamado McDonalds y fuman, fuman muchísimo Marlboro Light. Entonces, ayudémoslos:

Esta es la famosa Cenicienta que vendió tantos ejemplares en su día.

- “¡Hola ser terrenal!. ¿Cómo te va?”.

-Mal. Me va mal. La verdad”. (*Advertencia, solamente son sinceros cuando les va mal de verdad, o sea muy mal).

- “¿Y qué te ocurre?”.

-Pues que ya he hecho de todo y no encuentro a mi pareja ideal. Eso es lo que me pasa”.

- “¡Vaya por Dios, qué drama!”.

-Pues sí, es un drama porque no estoy tranquilo. No sé qué hacer. He sido fiel a todas las reglas que hay que seguir. He sido fiel desde niño, porque he leído la Cenicienta sin sorprenderme, después he visto Mi chica Uno y Mi chica Dos sin vomitar, Pretty Woman y Ghost creyendo que eso les puede pasar a cualquiera, también he visto…”.

-¡ESPERA!”.

Hay que interrumpir total y enérgicamente la conversación ya que no podemos permitirnos oír todos los títulos de estas películas otra vez, pues corremos el riesgo de quedarnos dormidos a su lado. Si esto ocurriese, él se sentiría aún más frustrado de lo que ya está. Así que es mejor decirle de un modo directo pero cariñoso, lo siguiente:

- “Sinceramente y por mi extensa experiencia en este tipo de problemáticas me siento en la obligación moral de indicarte que tal vez no has buscado en el lugar adecuado’’.

- “¿¡¿CÓMO?!?. Pero si he buscado por todas partes. ¡Incluso he viajado al extranjero!’’.

- “Déjame decirte que lo que andas buscando está en ti. Si dejas de perseguir fuera lo que tienes dentro encontraras lo que anhelabas durante todos estos años’’.

(Este ser concretamente lo que tiene adentro lo tiene muy muy adentro, por eso es tan duro de mollera).

Y como si hubiera visto un blanco resplandor único e irrepetible, se aleja levitando en el espacio iluminado, que está lleno de bichitos de luz que han pasado por experiencias similares a la suya.

El ser interactúa con los bichitos, practica yoga, come verdura y frutas crudas casi todo el tiempo, abandona el hábito del tabaco con aditivos, se borra del video-club y limpia su casa de cuentos y películas enñoñadas. Cuatro meses más tarde nos lo volveremos a encontrar (es lo que suelen tardar en terminar de reaccionar) y lo saludaremos:

-¡Hola ser terrenal!. Qué bien te veo es como si tuvieras Luz en la cara, te noto mucho más ligero e incluso más activo”.

-Si, estoy muy bien, la verdad”. (Se les suele notar algo de desconcierto cuando dicen que están muy bien, la verdad. Y si no esperad).

- “¿A qué se debe?”.

-No sé, estoy bien”.

-¿Estás saliendo con alguien?”.

-Si, estoy con alguien especial que me respeta, me entiende, me quiere, nuestras relaciones sexuales son buenas. Es como si la conociera de toda la vida”.

-Eso es estupendo, porque es lo que andabas buscando con tanto ahínco, ¿no?. De hecho es lo que todo el mundo quiere que le ocurra, al menos una vez en la vida”.

-Pues sí. ¡Oh cielos!. ¡Creo que la amo!”.

-Claro, eso seguro, se te nota en la cara y en la mirada. ¡Qué bien!”.

-Pero, sin embargo….Hay algo. No sé qué es. (Lo que os decía). Estoy muy desconcertado. Llevo toda la vida sufriendo y buscándola y ahora estoy bien y ya me había acostumbrado al dolor y al sufrimiento. ¡Me siento más raro!. Quizás deba seguir buscando, o quizás no. No, mejor debería encontrarle todos los defectos posibles y juntarlos y después reunir el valor para enfadarme mucho por haberlos encontrado y pelearme con ella y echarle todo eso en cara y luego marcharme a llorar y a ver películas de Hollywood y comerme una hamburguesa grasienta!, y… y… ¡oh Diooos míooo!. ¿Qué me ocurre?. ¡No sé qué hacer!. ¡Oh Dios mío!. ¡OH CIELOS¡”.



Y con los ojos más grandes que jamás veremos encima de la tierra el ser terrenal descubre qué es lo que le pasa:

-Creo que ya sé qué me ocurre. Y es que, LA AMO… Y AHORA ¿QUÉ?”.