En la India las vacas son sagradas desde
hace más de dos mil quinientos años, coincidiendo con la llegada del Budismo a
estas tierras.
Desde entonces nadie osa hostigarlas o maltratarlas y mucho menos
matarlas para aprovechar su carne, pues se cree que su cuerpo contiene nada
menos que trescientos treinta millones de dioses y diosas, que por otra parte es
lógico pensar así pues la masa de una vaca es enorme.
En una economía agraria con baja industrialización, las vacas son
más útiles vivas que muertas pues proveen leche y bueyes los cuales a su vez
dan fuerza motriz y estiércol (principal fuente de energía). Dejando de un lado
la religión este sentido práctico de la necesidad, hace ver las cosas de un
color más inteligible para las frías mentes occidentales.
En nuestra cultura el proceso es otro. Pasamos de la sufrida recolección
al dominio de la producción de las especies domesticando a los animales, por
tal de reducir la incertidumbre, para el aprovechamiento parcial y a veces
absoluto del animal en todas sus versiones. E aquí el cerdo.
Pero lo que particularmente me motiva a relataros esta historia
nace de la cuestión de si la carne que consumimos está lejos de la fustigación
y el maltrato o por el contrario, más cerca que nuestro vecino de al lado o los
impuestos de hacienda.
El verano pasado recibí la carta de mi Amigo el Empleado de Granja que relataba con todo detalle la
ingratitud vivida en aquella finca.
Una vez peleado con su jefe por impago de salario, maltrato
psicológico y no sé cuántas cosas más, decidió abandonar el lugar de trabajo al
que había servido durante diez años sin ni un solo día de vacaciones, para
dedicarse ahora a vender pañuelos bordados con punto de cruz, pues cualquier
cosa era mejor que producir para a ese malvado patrón.
Como venganza, y sabiendo que yo andaba en nuevas investigaciones
sobre el ganado vacuno, antes de despedirse, me dejó colocar una cámara muy discreta
y oculta entre los cientos de tuberías que vestían la Gran Fábrica de Reses, pues él estaba convencido de que las
prácticas que allí se realizaban no eran del todo legales, moralmente hablando.
Y allí la pusimos. Una cámara en forma de vaca de aspecto inocente, que permaneció inapreciable durante al menos dos meses. Tiempo suficiente para tener resuelto el enigma.
Cámara oculta en forma de vaca inocente
e inapreciable al ojo humano.
Yo trabajaba desde casa con la cámara conectada a mi ordenador y
durante las primeras semanas todo se visualizaba muy normal, los ganaderos
alimentaban a sus reses con pienso, pasaban sus revisiones médicas periódicas,
les colocaban sus vacunas correspondientes, etc.
Un día al amanecer después de una larga noche de trabajo intenso
junto a mi Amigo el Empleado de Granja, a punto de irnos a descansar y con los
ojos tan extenuados que no podíamos ni abrirlos ni cerrarlos más, ocurrió algo
sorprendente.
De repente se escuchó lo que a nuestros oídos les parecían unas
voces susurrantes. Acercándonos más aún al aparato y frotándonos los ojos nos
dimos cuenta de que era una conversación. Entre dos vacas.
-
“Oye Asilvestrada”.
-
“Dime Predestinación”.
Nos quedamos anonadados, boquiabiertos, estupefactos y no sé
cuántas cosas más. Estuvimos pellizcándonos el uno al otro durante un rato,
sacudiéndonos y abofeteándonos (suavemente, no hubo maltrato), para saber si
era realidad o producto del desfase horario lo que estábamos presenciando.
Como nunca antes habíamos escuchado una conversación entre dos
vacas, nos pusimos tan nerviosos que en un movimiento involuntario se nos cayó
la cámara web al suelo teniendo que volver a armarla en cuestión de segundos
para no perder detalle.
Mientras tanto las vacas
proseguían.
-
“¿Crees que a Adalserta le ha sentado
bien la medicación?. La encuentro un tanto decaída”.
Asilvestrada mirando a Adalserta
y Predestinación a su derecha.
-
“Pues ahora que lo dices, es cierto que
parece algo deprimida. De todas formas, es un poco blanda, sólo le han puesto
unos estrógenos de nada. En cambio a mi ayer me pusieron doble dosis de
oxitetraciclina y me han bajado la dieta de proteínas y vitamina B para que la
droga haga más efecto y aquí me tienes mugiendo y coleando”.
-
“¿Ah sí?. Pues a mí me están dando
pienso con aditivos, ya sabes, arsenicales y demás asuntos. Me noto algo mareada,
como si tuviera la tensión baja. ¿Será malo eso que nos dan, Asilvestrada?”.
-
“¿Que si es malo?. Pues claro que es
malo, ¿a ti qué te parece?. ¿Crees que estamos aquí de vacaciones o qué?. Nos
dan toda esa porquería para que nos hagamos inmensas y produzcamos leche como
locas. Yo me estoy hartando ya de toda esta farsa, ¿sabes?”.
Dos puercos burlones que pasaban por allí, al sentirse
identificados con la conversación, no pudieron evitar entrar y aunque lo
hubiesen podido eludir, no lo habrían hecho:
-
“Mira Eufronio, estas dos se quejan de
nada, ¿desde cuándo nos están inyectando a nosotros sulfato de cobre?. Y
míranos aquí mejor que ninguna otra especie, tan lozanos y rosados como siempre”.
-
“Desde hace un año Eustorgio, así que
oficialmente somos dos adictos. ¡Joing joing!”. Riendose.
A lo que Asilvestrada con cierta indignación ante la
insensibilidad mostrada por sus compañeros replicó:
-
“¡Oh, si…!. Joing joing, Ja ja, mu mu!.
Muy graciosos los dos. ¿Por qué no os vais un rato a revolcaros por el barro?.
Así no se os reconocerá, cosa que nos vendrá muy bien tod@s”.
-
“Qué grande es lo que has dicho, es
casi tan grande como tú. ¡Vaca Gorda!. Un poco de aerobic de vez en cuando no
te vendría nada mal. No, no, o mejor apúntate a Boot Camp, según tengo entendido es el único entrenamiento que puede
hacer que una gorda como tú vuelva a ser un poco normal. ¡Joing joing!”.
Y los dos insolentes se alejaron riendo y emitiendo sonidos
desagradables. Mientras Asilvestrada muy dolida por lo sucedido entre llantos
de tristeza. Sollozaba:
-
“¡Qué cerdos que son los dos, no puedo
con ellos, siempre fastidiando al personal, como si no tuviéramos suficiente
con la vida que llevamos!”.
-
“Tranquila querida, no te lo tomes a
mal, son dos adictos, pobrecitos, están enfermos”.
-
“No puedo más”. Llorando. “Estoy harta de vivir, me quiero morir ya mismo. ¡Esto no es justo!”.
Pero un Pollito Independizado
de su Madre a corta edad que casualmente transitaba por allí, la hizo
reaccionar:
-
“Asilvestrada, ¿por qué lloras?. ¿Otra
vez esos dos?”.
-
“Si Polonio, como puedes ver, me estoy
desesperando, pero no es sólo por esos dos, ellos son lo de menos en realidad.
Es por la vida que llevamos, nunca podemos salir a pastar, comer hierba fresca,
jugar a las cartas con las amigas. No nos dejan estar junto a nuestros hijos
porque ahora han descubierto que dándoles leche artificial manipulada crecen mucho
más rápido. Ni siquiera sabría reconocer a mis pequeños, hace un año que me los
arrebataron”. Llorando
desconsolada cada vez con más intensidad.
-
“Yo también lo sé TODO, me lo contó mi
mamá antes de que nos separasen. A nosotros nos implantan dietilestibestrol
de forma subcutánea para lo del crecimiento rápido, ¿sabes?. Mira, yo tampoco sé quién es mi mamá y eso ya no
tiene solución, pero lo que sí sé, es que algún día saldré de aquí.
Y acercándose a las dos amigas vacunas y con su tierna vocecita
les reveló un Importante Secreto de
Granja:
-
“En el lado sur de esta gran finca,
existe una verja que unos lobos mordisquearon anoche para comerse unas ovejas”.
-
“¿Y…?”. Replicaron las dos vacas al
unísono.
-
“¡Cómo que! ¿y…?. ¡Chicas reaccionad!.
No dejéis que la medicación os anule de esa manera. ¡Vamos!, la verja estará
abierta durante unas horas hasta que vengan a repararla. Es el momento para
largarse de aquí. ¡Ahora!”.
-
“¡Oh! pe… pe… co… co…. Pero ¿cómo
dices?. ¿Ahora?. Ahora estamos ocupadas, estamos muy ocupa…pa…das”.
-
“¿Cómo que ocupadas?, vamos Asilvestrada, hace un momento te
estaba viendo llorar y quejarte por la mala vida que llevamos todos aquí, ¿qué
te pasa ahora?. ¿Te entró el miedo?. ¡Venga!. Es ahora o quizás nunca. ¡Vámonos!.
¡En marcha!. ¡Dale!”.
La fuerza interior y el empuje del
pollito sin madre motivaron tanto a Asilvestrada que a pesar de su enorme peso
y tamaño cogió carrerilla y saltó la valla con éxito. Dejando atrás a
Predestinada que no se movió del sitio.
-
“Vamos Predes, ¿a qué esperas?. ¡Vete
querida!”.
-
“No. No me esperéis. Yo soy muy miedosa
y dependiente y no creo que pudiese sobrevivir en libertad. Mejor me quedo aquí
estoy predestinada a esta vida. No soy como tú, tú eres de naturaleza libre y
silvestre, sabrás defenderte. Corred vosotros y escribidme cuando lleguéis a
vuestro destino. Iros por favor, no me hagáis llorar. ¡Rápido!, ¡vamos!. ¡No os
quedéis mirándome como pasmarotes!”.
Con lágrimas en los ojos las dos buenas amigas se despidieron. A
Asilvestrada le costó mucho no mirar atrás y dejar a Predestinada, pero la
conocía bien y sabía que era mejor respetar su elección.
Corrió tras el Pollito Independiente hacia la verja rota del lado
sur. Símbolo de la libertad que cada vez estaba más cerca. Por fin llegaron al
lado opuesto y ya en el exterior la vaca preguntó al pollito:
-
“Polonio, ¿y tú a dónde vas a ir?”.
-
“Me han dicho que han puesto una granja
ecológica a unos cincuenta kilómetros de aquí y voy a ver si me admiten. Y tú, ¿a
donde irás?”.
-
“Me han dicho que hay un lugar en la
tierra llamado la India. Está muy lejos, tendré que atravesar numerosos
obstáculos, cientos de aventuras y desventuras, pero valdrá la pena llegar
hasta allí. Porque en aquella tierra las vacas somos sagradas, ¿sabes?, nos
respetan, nos aman y lo que es mejor vivimos en libertad. ¿Te imaginas?. ¿Cómo
será eso de La Libertad?”.
-
“No lo sé, pero lo averiguaremos. ¡Que
tengas suerte Asilvestrada!”.
-
“Igualmente Polonio y gracias de
corazón por haberme animado a salir de allí. ¡Mucha suerte pequeño!”.
Y desde allí mismo, cada uno comenzó su particular viaje hacia su
liberación, con tanto entusiasmo que:
Polonio fue admitido rápidamente en la granja ecológica. Probó el
mejor pienso que jamás había imaginado, jugaba con otros pollitos libremente y
tuvo una buena madre adoptiva junto a la que acurrucarse en los días de frío.
Asilvestrada consiguió llegar a la India y fue respetada hasta sus
últimos días. Paseaba libremente por sus calles, comía cuanto le apetecía, hizo
buenas amigas con las que jugar al mus en medio de la carretera sin ser
molestadas. Pero lo que más le gustaba era correr y dar grandes saltos por los
prados con total espontaneidad. Y por supuesto, escribir a su mejor amiga
Predes, todas las semanas:
“Querida Predes: el tiempo regular, hay ciclones, vientos e inundaciones y también mucha pobreza para las personas. Pero no para las vacas. Estoy muy feliz de haber llegado hasta aquí. Espero que algún día te decidas a venir. Como ves, aquí se vive muy bien. Te mando una foto de uno de mis mejores saltos de alegría. Te quiere. Asil”.
BIBLIOGRAFÍA SOBRE MEDICACIÓN Y ALIMENTACIÓN EN ANIMALES
·
NUTRICIÓN ANIMAL - Maynard – Loosly.
·
ANTIBIÓTICOS EN LA CRIANZA PECUARAIA – Salvat.
·
CRIANZA DE PORCINOS - Daniel Inchaustegui.
Cruda realidad muy bien relatada por sus protagonistas y con final feliz. Te espera Hollywood
ResponderEliminarBesos
Jajajajjaja...¡¡¡ no me gustaría mucho que mis historias se viesen manipuladas por ese estilo cinematográfico de Hollywood, me gustaría más formar parte de ese grupo de intelectuales con gafas de pasta retro que "inventaron" el cine independiente...
EliminarPues nada, deberiamos de hacer un complot a nivel mundial y dejar de comer carne "MALTRATADA", a probar la carne ecologica... jejejejje. Gracias como siempre MOYLA por la info.... un beso.
ResponderEliminarPor supuesto, para los que aun seguimos comiendo carne de vez en cuando esto sería una buena opción. Gracias
EliminarLa carne es mala si, pero la gente no es mejor, creo que es una dieta enveneada para gente venenosa
ResponderEliminarEn mi opinión, la carne es mala si la comemos a menudo y está envenenada.
EliminarHay gente de todo tipo... cabe preguntarse muy en serio si el mundo cambiaría a mejor si nuestra alimentación fuese verdadera y natural ¿?
Hay mucha gente que comiendo carne han llegao a los 100 años, conozco a mas de uno.
ResponderEliminarEl mundo no tiene solucion, el barco se hunde, hemos hecho mucho daño, sobramos
Cierto querido anónimo. También sabemos de casos de personas fumadoras o bebedoras que han durado hasta casi esas edades, por citar ejemplos.
EliminarNo se trata tanto de durar hasta los 100 años. Sino más bien de que nuestra estancia aquí sea en condiciones lo más saludables posibles.
de todos modos es muy generalista, ya que habría que analizar cada caso y sus condiciones particulares, emocionales, el entorno, el tipo de alimentación, su genética, etc. para poder valorar porqué hay gente que vive más y gente que vive menos.
Pero lo que si es cierto y comprobado es que si nos dedicamos a fumar, beber, no hacer ejercicio, no descansar lo sufiente, comer alimentos procesados o con exesivas toxinas (como la carne), nuestra esperanza y calidad es menor y adquiere peor calidad con más riesgo de enfermar crónicamente.
En cuanto a lo de la solución del mundo, pienso que obviamente la tiene. Sin embargo con criterios negativistas nada vamos a conseguir. Pero para poder cambiar esto, en mi opinión, haría empezar desde abajo, desde niños con la educación y dando mucha más mportancia a lo espirutual que lo físico y lo material. Esto para empezar.
Si que es cierto que se ha hecho mucho daño a la tierra (o sea a nosotros mismos), sin embargo, tomar consciencia hace que no sigamos hacíéndolo, cuantos más seamos los que tomemos consciencia y menos daño hagamos, más ayudaremos a reparar el barco y no dejar que se hunda.
Muchas gracias por tu comentario.
la alimentacion cambiará, pero cambiará a peor, como todo
ResponderEliminarHola Anónimo, desconozco si eres la misma persona del anterior comentario. No importa.
EliminarObviamente si nosotros que somos los interesados no reaccionamos y nos dedicamos a exigir (por más que cueste) que se nos trate como a seres humanos y no como a cosas. Poco conseguiremos.
Lo que hay, es lo que hay. Pero no por eso deberíamos dejar de comer bien. De ir al mercado y leer la etiquetas, de rechazar:
-los productos que lleven transgénicos.
-los productos que contengan grasas.
-la carne si no es ecológica
-los productos con conservantes
- etc, etc.
Te recomiendo mi página de facebook (MOyla NutricionLibre), allí pudes encontrar algunos consejos que quizás te vengan bien. A mi me sirven...
Y lo mejor de todo para poder cambiar todo esto pasito a pasito es la POSITIVIDAD, pues con negatividad entramos en la rueda y para los grandes magnates, desde ahí, les resulta muy fácil manipularnos.
Vamos anímate...¡¡¡
Muchas gracias por tu comentario
Muy interesante y didactico! Con esto de los aditivos en las carnes, el mercurio en el pescado, los pesticidas en las verduras... Ya no sabe una que hacer de cenar! Nos queda el consuelo de que según el refranero: "lo que no te mata, te hace más fuerte" :)
ResponderEliminarHOla Mara: gracias por tu comentario, me alegra que te guste la entrada.
ResponderEliminarSi, claro existen muchas dificultades para comer realmente bien dadas las circunstancias actuales. Yo creo que no es bueno resignarse. Está bien aceptar que lo que hay es lo que es, pero no por ello dejar de buscar lo mejor para nosotr@s y l@s nuestros. Existen opciones muy interesantes:
- Gente que tiene huertos ecológicos en cualquier ciudad o pueblo al menos existen unos cinco o seis (solo hay que buscar- internet es una buena herramienta para ello)
- Gente que vende carne ecológica (lo mismo)
- Ir al mercado y leer y rechazar todo aquello que lleve conservantes, transgénicos, grasas, etc.
- etc.
Es algo más caro que lo que nos venden en el marcado, pero la INVERSIÓN MÁS IMPORTANTE DE LA VIDA ES NUESTRA SALUD. DE ESTO NO CABE NINGUNA DUDA Y NADIE PUEDE ARGUMENTAR LO CONTRARIO.
Si quieres seguirme por Facebook estoy como MOyla NutricionLibre, a lo mejor hay consejos que te gustan.
Saludos Mara
Jejeje... Simpatiquísimo y genial relato. Lástima que la cruda realidad no tenga este tipo de finales felices.
ResponderEliminarUn abrazote.
Gracias Ficus y me alegra mucho tu nueva incorporación...¡¡¡
ResponderEliminarSi, la verdad es que este tipo de finales solamente existe en los cuentos (como este) o en algunas realidades de algunos pocos hogares.
Un abrazo
muy bueno, me encantan las fabulas y la esencia de lo que nos quieres contar y la informacion tan valiosa...
ResponderEliminar